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NOAA: Pronóstico para la temporada ciclónica 2009 en el Océano Atlántico

Emitida 21 May 2009

Realtime monitoring of tropical Atlantic conditions
Realtime monitoring of tropical East Pacific conditions

 
Atlantic Hurricane Outlook & Seasonal Climate Summary Archive
 
 

El pronóstico para la temporada ciclónica del Atlántico 2009 es un producto oficial del Centro de Predicción Climática (CPC por sus siglas en inglés) de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés) y se confecciona en coordinación con los especialistas del Centro Nacional de Huracanes (NHC por sus siglas en inglés). La región de huracanes en el Atlántico incluye el norte del Oceano Atlántico, el Mar Caribe, y el Golfo de México.

Interpretación del pronóstico para la temporada ciclónica del Atlántico emitido por NOAA
Este pronóstico provee una guía general de la actividad ciclónica esperada durante la venidera temporada de huracanes en el Atlántico. Este pronóstico no advierte que ciclones tocarán tierra y tampoco indica niveles de actividad ciclónica para cualquier región en particular.

Medidas de seguridad

Desastres asociados con los huracanes pueden ocurrir ante la presencia de una temporada ciclónica activa o no activa. Se exhorta a todos los residentes, negocios, y agencias del gobierno costeras y cerca de la costa a prepararse para enfrentar cada temporada ciclónica independientemente de este pronóstico estacional. NOAA, FEMA, NHC, la Administración de Negocios Pequeños, y la Cruz Roja, todos ellos proporcionan información importante sobre medidas de seguirdad para huracanes en el internet. Sólo un huracán (o tormenta tropical) puede causar un desastre. ¡Prepárense!

El pronóstico estacional de NOAA no contempla si un ciclón tropical tocará tierra o no, ya que en la mayoría de los casos, los patrones de tiempo que gobiernan la aproximación y entrada a tierra de un ciclón tropical sólo pueden ser pronosticados con 5 a 7 días de anticipación.

El carácter de este pronóstico y los rangos de actividad más probables

Este pronóstico es probabilístico, lo que significa que los rangos pronósticados tienen cierta probabilidad de occurir. Estos rangos son tipicamente observados en 2 de 3 temporadas que tienen patrones climáticos e incertidumbre similares a las esperadas este año.

Los rangos más probables no representan los rangos totales de actividad observados en temporadas pasadas que tuvieron condicciones climáticas semejantes a las esperadas este año, sino son simplemente los más probables.

Este pronóstico se basa en 1) predicciones de factores climáticos de gran escala conocidos como fuertes indicadores de la actividad ciclónica para la temporada del Atlántico, y 2) pronósticos de modelos climáticos del ciclo El Niño/La Niña y 3) nuevos modelos prometedores del clima que ya empiezan a prever la actividad de huracanes durante la temporada.

Las tres fuentes mayores de incertidumbre en el pronóstico para esta temporada

  1. Predecir los impactos de El Niño o La Niña ( ENSO por sus siglas en inglés) es un reto científico que enfrentan los climatólogos hoy. Los modelos de pronóstico del ENSO tienen poca habilidad en predecir El Niño o La Niña durante la primavera y principios del verano y esto representa una fuente significativa de incertidumbre en las predicciones de huracanes para la temporada.
  2. Muchas combinaciones de tormentas tropicales y huracanes pueden ocurrir bajo una misma condición climática. No se puede saber con seguridad si una señal climática estará asociada con varias tormentas de corta vida o pocas tormentas de larga vida con mayor intensidad.
  3. Predicciones de la temperatura superficial del océano en el Atlántico.

Pronóstico para la Temporada de Huracanes 2009 en el Atlántico: Resumen

El pronóstico para la temporada de huracanes del Atlántico 2009 de La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés) indica un 50% de probabilidad de una temporada ciclónica cerca de lo normal. La perspectiva también indica un 25% de probabilidad de una temporada ciclónica superior a lo normal, y un 25% de probabilidad de una temporada por debajo de lo normal. Ver las definiciones de NOAA acerca de superior a lo normal, cerca de lo nomal y por debajo de lo normal. La zona de formación de los huracanes incluye el norte del Océano Atlántico, el Mar Caribe, y el Golfo de México.

El pronóstico refleja las condiciones que han prevalecido asociadas con la época de alta actividad ciclónica que comenzó en 1995, combinado con la incertidumbre en cuanto al posible desarrollo de El Niño y/o si las temperaturas superficiales del mar mas frías de lo normal persisten en el este del Océano Atlántico.

La probabilidad de factores climáticos compitiendo lleva a varios escenarios físicos para la temporada de huracanes. Algunos escenarios son más probables que otros, y éstos son reflejados en la probabilidad de la actividad esperada. Basado en estos escenarios, nosotros estimamos un 70% de probabilidad para cada uno de los rangos estacionales siguientes:

  • 9-14 tormentas tropicales
  • 4-7 huracanes
  • 1-3 huracanes intensos
  • Un rango de la Energía Acumulada (ACE por sus siglas en inglés) entre 65% y 130% de la mediana.

Estos rangos más probables estacionales han sido observados en cerca de los dos tercios de las temporadas anteriores las cuales han tenido condiciones climáticas e incertidumbres semejantes a las esperadas este año. Éstos rangos no representan el total de la actividad observada en las temporadas pasadas.

NOTA:

Este pronóstico es una guía general de lo que podemos esperar en cuanto a la actividad ciclónica durante la venidera temporada de huracanes.

Este pronóstico no comtempla si un huracán tocará tierra o no y tampoco indica niveles de actividad ciclónica para una región determinada.

Todos los residentes, negocios y agencias de gobierno en las áreas costeras y cerca de las costas deben estar preparados para enfrentar cada temporada ciclónica independientemente de este pronóstico estacional. No importa cuan activa o no será la temporada, lo que importa es si una localidad será impactada o no, lo que puede ocurrir en cualquier año.

Discusión

1. La ciencia detrás de este pronóstico para la temporada de huracanes 2009

Este pronóstico es una guía general de lo que podemos esperar en cuanto a actividad ciclónica se refiere durante la temporada ciclónica 2009 del Atlántico. Este pronóstico no tiene en cuenta si un huracán tocará tierra o no y tampoco indica niveles de actividad ciclónica para una región determinada.

El pronóstico para la temporada de huracanes 2009 refleja principalmente impactos combinados de tres factores. Éstos son: la señal tropical multi-decadal, el ciclo de El Niño/ La Niña (llamado El Niño Oscilación del Sur, ENSO por sus sigla en inglés), y la temperatura superficial del mar a través del Océano Atlántico

Un factor climatológico principal que se ha tenido en cuenta para este pronóstico es la persistencia de las condiciones atmosféricas que han prevalecido desde 1995, en asociación con una era de mayor actividad ciclónica en la Cuenca del Océano Atlántico. Muchos aspectos de esta señal multi-decadal se están desarrollando como se esperaba, incluyendo: un aumento de los sistemas asociados con el monzón africano, presiones más altas que lo normal y anomalías del viento del este en los niveles superiores de la atmósfera sobre el Atlántico tropical, y anomalías del viento del oeste a 700 hPa a través del Atlántico tropical.

Un segundo factor que se ha tenido en cuenta es la probabilidad de condiciones neutrales de ENSO ( no El Niño o La Niña) o el desarrollo de El Niño antes de o durante agosto a octubre (ASO – los meses con el máximo de actividad ciclónica). Las condiciones neutrales de ENSO ahora están presentes. Sin embargo, hay una divergencia tremenda en los modelos computarizados de pronóstico que preven el ENSO y la mayoría de éstos han mostrado históricamente poca destreza en pronosticar El Niño o La Niña durante esta época del año. La mayoría de los modelos estadísticos indican una continuación de condiciones neutrales de ENSO a través del verano y el otoño. Sin embargo, algunos modelos dinámicos preven que El Niño se desarrollará. Si El Niño se desarrolla antes o durante los meses de ASO, los patrones de la circulación atmósferica sobre el Océano Atlántico y el Mar Caribe pueden llegar a ser menos favorable para el desarrollo de huracanes (Gray 1984).

Un tercer factor a tener en cuenta es la posibilidad de que persistan las actuales temperaturas superficiales del océano por debajo de lo normal en el este del Atlántico tropical a través de agosto a octubre. Las temperaturas superficiales del océano durante agosto a octubre en el este de Atlántico tropical no han estado por debajo de lo normal desde 1994. Temperaturas superficiales del océano mas frías son típicamente asociadas con actividad reducida de huracanes en el Atlántico.

2. Actividad ciclónica esperada en el 2009

Con la presencia de diferentes factores climáticos compitiendo esta temporada de huracanes, existe la posibilidad de diferentes escenarios, y la amplitud de estos escenarios depende de la confianza que se ha depositado en la fuerza e impacto de los factores climáticos. Actualmente existe una incertidumbre significativa acerca de los pronósticos disponibles de temperaturas superficiales del océano para ambas cuencas del Atlántico y Pacífico, lo cual hace difícil determinar hasta que punto estos factores puedan dominar a la señal multi-decadal.

No obstante, algunos escenarios físicos son más probables que otros, y éstos son reflejados en nuestras probabilidades del tipo estacional. El pronóstico indica que una temporada cerca de lo normal es más probable (50%), lo cual contempla la posibilidad de que se desarrolle el evento de El Niño y/o que las temperaturas superficiales del océano continuen mas frías de lo normal en el este del Atlántico tropical . Ambos factores pueden contrarrestrar la señal multi-decadal. Hay un 25% de probabilidad de una temporada superior a lo normal, que refleja la actual era de alta actividad ciclónica, la posibilidad de que El Niño no impactará la temporada de huracanes, y la posibilidad de que temperaturas superficiales del océano en el este del Atlántico regresen a valores normales para esta época del año. Este 25% de probabilidad de una temporada superior a lo normal está bien por debajo de lo pronosticado el año pasado (65%).

Por el contrario , hay un 25% de probabilidad de una temporada por debajo de lo normal. Esto refleja la posibilidad de que El Niño y/o temperaturas superficiales del océano mas frías que lo normal pueden reducir la actividad ciclónica considerablemente. También contempla nuevos modelos climáticos prometedores como el Sistema de Pronóstico Climático de NOAA (CFS por sus siglas en inglés) y el EUROSIP (desarrollado por el centro europeo de pronósticos del tiempo – ECMWF) que indican que una temporada por debajo de lo normal es posible.

Una medida importante de la actividad total a través de la temporada es el índice de Energía Acumulada Ciclónica (ACE por sus siglas en inglés) de NOAA, la cual tiene en cuenta la suma de intensidades y tiempo de duración de las tormentas tropicales y huracanes durante toda la temporada. Basado en los escenarios anteriores se estima un 70% de probabilidad de una Energía Acumulada Ciclónica para la temporada de huracanes 2009 de 65 a 140% de la mediana. Un valor superior a 117% de la mediana refleja una temporada por encima de lo normal, y un valor inferior a 75% refleja una temporada por debajo de lo normal.

También basado en los escenarios anteriores, los rangos de actividad más probables para la temporada ciclónica 2009 (70% de probabilidad) son los siguientes: 9-14 tormentas tropicales, 4-7 huracanes, 1-3 huracanes intensos.

3. Mas análisis de los principales factores climáticos e incertidumbres

A través del tiempo las temporadas de huracanes en la cuenca del Atlántico han mostrado períodos prolongados de actividad ciclónica generalmente por encima o por debajo de lo normal que duran décadas. Estas fluctuaciones en la actividad de huracanes es el resultado de la diferencia en el número de huracanes y huracanes intensos formándose de la primera tormenta tropical nombrada en la región de desarrollo tropical, la cual abarca el Atlántico tropical y el Mar Caribe entre 30W-87.5W y 10N-21.5N (Goldenberg et al 2001).

La era de gran actividad ciclónica comenzó en 1995. Las temporadas de huracanes durante 1995-2008 tienen como promedio 15 tormentas tropicales, 8 huracanes, y 4 huracanes intensos, con un índice ACE (Energía Acumulada Ciclónica) promedio de 167% de la mediana. NOAA clasifica a diez de las catorce temporadas ciclónicas desde 1995 por encima de lo normal, siete de ellas siendo hiperactivas (ACE > 175%). Sólo cuatro temporadas desde 1995 no han estado por encima de la media histórica, las cuales incluyen tres años con la presencia de El Niño (1997, 2002, and 2006) y la temporada 2007.

Los altos niveles de actividad ciclónica desde 1995 contrastan bruscamente con el periódo de 1971-1994 (Goldenberg et al. 2001) con temporadas de huracanes generalmente por debajo de lo normal, las cuales tuverion como promedio sólo 8.5 tormentas tropicales, 5 huracanes, y 1.5 huracanes intensos así como un ACE promedio de sólo 75% de la mediana. La mitad de estas temporadas estuvieron por debajo de lo normal, sólo tres estuvieron por encima de la media (1980, 1988, y 1989), y ninguna fue hiperactiva.

Las anomalías regionales de la circulación atmosférica, que contribuyeron a estas fluctuaciones a largo plazo de la actividad ciclónica, están fuertemente vinculadas con la señal multi-decadal tropical (Bell and Chelliah 2006). Un cambio en la fase de la señal multi-decadal explica la transición en 1995 de una era de poca actividad ciclónica (por debajo de lo normal) a una era de mayor actividad de huracanes ( por encima de lo normal). Las condiciones asociadas con esta señal multi-decadal son de nuevo el factor principal que se ha tenido en cuenta en este pronóstico para la temporada 2009. Un factor clave, ya presente, de esta señal es un fuerte sistema de monzón de Africa.

Otras características regionales de la señal multi-decadal incluyen 1) una cuña amplificada de alta presión en la alta atmósfera a través del centro y este del Atlántico subtropical, 2) extensas anomalías del viento del este en la alta atmósfera y vientos del este más débiles en los niveles medios de la atmósfera a través del Atlántico. En la Región Principal de Desarrollo Tropical (MDR por sus siglas en inglés) estas condiciones llevan a una reducción de vientos cortantes en la atmósfera y una circulación favorable de 700 hPa, las cuales resultan en una configuración de la corriente en chorro del este cerca de Africa que favorecerá la formación de huracanes en el seno de las ondas tropicales que emergen del continente africano y se mueven al oeste.

b. ENSO (El Ciclo de El Niño/La Niña)

Durante una época de alta actividad ciclónica como al presente, la ocurrencia de La Niña aumenta enormemente la probabilidad de una un temporada de huracanes superior de lo normal, y la ocurrencia de El Niño resulta a menudo en una temporada cerca o de vez en cuando por debajo de lo normal. Una fuente importante de incertidumbre en el pronóstico para el 2009 es la tremenda divergencia en los modelos computarizados de pronóstico que predicen el ENSO. La mayoría de los modelos estadísticos indican una continuación de condiciones de ENSO-neutral a través del verano, incluyendo los meses ASO. Sin embargo, algunos modelos dinámicos predicen la posibilidad de desarrollo de El Niño. Nuestros rangos en este pronóstico para la temporada 2009 reflejan la incertidumbre de si se desarrolla o no El Niño.

c. Temperaturas superficiales del mar (SSTs por sus siglas en inglés) en el Atlántico

La actividad ciclónica para la temporada del Atlántico puede ser sensible a las desviaciones de la temperatura superficial del océano en el este del Océano Atlántico. Temperaturas superficiales del océano por debajo de lo normal en esta región pueden estar asociadas con un patrón de viento menos favorable cerca de la costa oeste de Africa y con condiciones termodinámicas menos favorables, ambos factores pueden suprimir la actividad de huracanes.

Las temperaturas superficiales del mar (SSTs) están más frías que el promedio en el este del Atlántico tropical. A la vez, las temperaturas superficiales del mar están más cálidas que el promedio al sur del Ecuador. Este patrón es definido como la fase negativa de la Moda Meridional Atlántica (AMM por sus siglas en inglés) [Chang and Vimont 2004] y no es favorable para una temporada de huracanes activa. Por ejemplo, esta fase está actualmente asociada con una zona intertropical de convergencia (ITCZ por sus siglas en ingles) más débil que lo normal, situada más al sur de lo normal. A veces tal patrón puede ser muy persistente, ya que las anomalías del viento del noreste pueden mantener las temperaturas superficiales del mar más frías en el este del Atlántico tropical. El pronóstico para el 2009 refleja la probabilidad de temperaturas cerca o por debajo de lo normal en el este del Atlántico tropical durante los meses de ASO. Hay una gran incertidumbre en el pronóstico de las temperaturas superficiales del mar en esta región con tanto tiempo de anticipación.

También es de interés una extensa región de vientos alisios más fuertes que lo normal a través de gran parte de la región principal de desarrollo tropical. Estos vientos se han desarrollado en asociación con una cuña de alta presión extensa y persistente en las latitudes medias sobre el centro y el este del Atlántico norte durante febrero-abril, y por lo tanto deben diferenciarse del patrón de vientos en el este del Atlántico equatorial. Estas condiciones de las latitudes medias se destacaron particularmente durante el mes de abril y han persistido durante los pasados 30 días. Es muy temprano para predecir si estas condiciones continuarán a través de los meses de ASO.

Prognosticadores de NOAA

Centro de Prediccion Climatica
Dr. Gerry Bell, Meteorólogo; Gerry.Bell@noaa.gov
Dr. Jae Schemm, Meteorólogo; Jae.Schemm@noaa.gov

Centro Nacional de Huracanes
Eric Blake, Especialista de Huracanes; Eric.S.Blake@noaa.gov
Todd Kimberlain, Especialista de Huracanes; Todd Kimberlain@noaa.gov
Dr. Chris Landsea, Meteorólogo; Chris.Landsea@noaa.gov
Dr. Richard Pasch, Especialista de Huracanes; Richard.J.Pasch@noaa.gov

Division de Análisis de Huracanes
Stanley Goldenberg, Meteorólogo; Stanley.Goldenberg@noaa.gov

REFERENCIAS

Bell, G. D., and M. Chelliah, 2006: Leading tropical modes associated with interannual and multi-decadal fluctuations in North Atlantic hurricane activity. J. of Climate. 19, 590-612.

Chiang, J. C. H., and D. J. Vimont: Analogous Pacific and Atlantic meridional modes of tropical atmosphere-ocean variability. J. of Climate, 17, 4143-4158

Goldenberg, S. B., C. W. Landsea, A. M. Mestas-Nuñez, and W. M. Gray, 2001: The recent increase in Atlantic hurricane activity: Causes and implications. Science, 293, 474-479.

Gray, W. M., 1984: Atlantic seasonal hurricane frequency: Part I: El Niño and 30-mb quasi-bienniel oscillation influences. Mon. Wea. Rev., 112, 1649-1668.


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Page Author: Climate Prediction Center Internet Team
Page last modified: May 21, 2009
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